Nos cuesta más porque empezamos con la resignación de saber que es injusto e invariable. Seguramente, si no lo hubiésemos considerado, no nos afectaría ni siquiera el hecho de que estaremos lejos más tiempo que la última vez.
Por eso, a mayor determinación, mayor es el sentimiento de pérdida.
Por eso, cuanto más cuento los días para que vuelvas, más te extraño.